Mantenimiento de Coches Híbridos

Una gran alternativa para el ahorro

La industria de la automoción está viviendo una transformación sin precedentes a nivel tecnológico. Se están desarrollando motores más eficientes y cada vez más modelos adoptan la tecnología híbrida en sus diferentes variantes.

 

La nueva tecnología híbrida, que aúna un motor de combustión y un motor eléctrico, genera en el usuario incógnitas acerca de su mecánica, cómo funciona o las ventajas que conlleva un coche híbrido. Y sobre todo, ¿Cuál es el impacto de esta nueva tecnología en el mantenimiento de los vehículos híbridos?

 

 ¿Qué es un coche híbrido?

Un coche híbrido es un coche cuyo sistema de propulsión combina dos o más fuentes de energía. Se utilizan sistemas de propulsión híbridos en distintos tipos de vehículos: automóviles, camiones, bicicletas, barcos, aviones y trenes. El término "híbrido" se refiere más comúnmente al vehículo híbrido eléctrico, que combina un motor de combustión interna, de gasolina o Diesel, y uno o varios motores eléctricos.

 

DIFERENCIAS ENTRE EL MANTENIMIENTO DE LOS COCHES HÍBRIDOS Y LOS DE COMBUSTIÓN CONVENCIONAL

Frenos: El pedal de freno en un híbrido es electrónico. Al pisar este pedal se maximiza la frenada gracias al uso conjunto del freno mecánico y el motor eléctrico. Este proceso se llama frenada regenerativa, a través del cual el motor eléctrico se abastece usando la energía generada durante la frenada. De esta forma, el motor eléctrico absorbe parte de la frenada disminuyendo el desgaste del freno mecánico. Así, el desgaste de los frenos convencionales es más comedido, por lo que el intervalo de cambio de los componentes del sistema de frenado podría ser menor (depende del tipo de conducción/uso), abaratando el mantenimiento de los híbridos.

 

Batería: El motor eléctrico alarga la vida de la batería convencional, pues esta se apoya en la batería de 24V. Los coches híbridos utilizan la energía eléctrica acumulada durante la desaceleración y las frenadas para desplazar el coche o arrancar, además de la batería de convencional,

ALTERNADOR Y CORREA DE SERVICIO: MÁS AHORRO EN MANTENIMIENTO

Los vehículos híbridos eléctricos no cuentan con un alternador convencional en sentido estricto como los diésel y gasolina. En su lugar, dicha función la realizar un convertidor eléctrico que no requiere de mantenimiento alguno.

 

En el caso de la distribución del motor, los vehículos híbridos eléctricos tampoco cuentan con la famosa correa, ya que el motor eléctrico del sistema híbrido se encarga de realizar idénticas funciones.

NI TURBO NI FILTRO DE PARTÍCULAS

Los vehículos tecnología híbrida eléctrica suelen tener un motor atmosférico en la llamada parte térmica de la tecnología híbrida. No tienen, por tanto, asociado ningún sistema de sobrealimentación mediante turbocompresor. Este último elemento es uno de los principales factores de averías de los vehículos turbo de gasolina y diésel.

 

En el caso de los coches diésel, desde hace muchos años vienen incluyendo el llamado filtro de partículas para adaptarse a las normas anticontaminantes. Con las más severas normas al respecto que se avecinan, la mayor parte de marcas de coches se han visto obligadas a desarrollar sistemas de filtros de partículas para los motores de gasolina.

 

Los vehículos híbridos eléctricos no tienen filtro de partículas porque no lo necesitan para reducir las partículas contaminantes. Un filtro de partículas viene a ser como un “colador", que filtra la pureza y, por tanto, también retiene todas las impurezas. De esta forma, con el paso del tiempo y, sobre todo, si el vehículo diésel o gasolina ha circulado gran parte de su vida útil por recorridos eminentemente urbanos y a poca velocidad (con muchos atascos), el filtro de partículas suele averiarse porque está literalmente atascado de impurezas.